lunes, enero 22, 2007

Con que facilidad

Con qué facilidad se llega a las estrellas,
arropado por el calor y sintiendo esa felicidad.
Notas de aquellas, que suenan a sinfonía;
rosas de aquellas, que emanan armonía;
y setas de aquellas, que asemejan alegría.

Esperando el tiempo, perdiendo calorías,
saboreando el recuerdo, lías mis sentidos.
Confundía ojos por estrellas con besos sumergidos
estando cogidos a un sueño de nubes
hilado con broches de imaginación turbada.

Muere el sonido… ¡canta a mi oído!
parece llegar el olvido con sello ensombrecido.

Con qué facilidad se pierden las estrellas,
evaporándose el olor y huyendo de esa realidad.
Ecos de aquellos, que suenan a vacío;
flujos de aquellos, que recuerdan lo sucedido;
y de lejos, aquellos, ya se han perdido…

Pero aún puede, que avive el sonido
si cantas mi oído y olvidamos el olvido.