martes, junio 27, 2006

Camino incesante

El susurro de un trueno
se hundió en su corazón,
creando huecos de nada,
dónde la sinrazón cinceló
ecos de poca ilusión.

Como violines llorando
en abundante calma,
llovieron negras lágrimas,
llenando tacitas de porcelana.

Ajado rostro, cubierto de sombra.
Suspiro olvidado. Camino roto,
por el dolor de la sangre
y los clavos de sus zapatos.

Nadie lo dijo,
que fuera a ser fácil.
Aunque ella, eso,
era lo que ya sabia.

2 Comments:

Blogger lady ? said...

you rule!

miércoles, junio 28, 2006 9:00:00 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

caminar amb callos als peus és difícil però sempre té una recompensa: arribar a la teva meta. tu mho has fet recordar.

jueves, junio 29, 2006 7:10:00 p. m.  

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