lunes, enero 22, 2007

Con que facilidad

Con qué facilidad se llega a las estrellas,
arropado por el calor y sintiendo esa felicidad.
Notas de aquellas, que suenan a sinfonía;
rosas de aquellas, que emanan armonía;
y setas de aquellas, que asemejan alegría.

Esperando el tiempo, perdiendo calorías,
saboreando el recuerdo, lías mis sentidos.
Confundía ojos por estrellas con besos sumergidos
estando cogidos a un sueño de nubes
hilado con broches de imaginación turbada.

Muere el sonido… ¡canta a mi oído!
parece llegar el olvido con sello ensombrecido.

Con qué facilidad se pierden las estrellas,
evaporándose el olor y huyendo de esa realidad.
Ecos de aquellos, que suenan a vacío;
flujos de aquellos, que recuerdan lo sucedido;
y de lejos, aquellos, ya se han perdido…

Pero aún puede, que avive el sonido
si cantas mi oído y olvidamos el olvido.

martes, enero 09, 2007

Claridad Oscura

El negro se apodera de mi imaginación.
Los ecos de aquellos truenos
retumban en mi cabeza
estremeciéndome brutalmente los sesos.
El frío húmedo y agridulce
cala y entorpece mi respiración.

Enmudezco las ganas
escuchando mi campana redoblar.
Oscurezco mi pensamiento
e intento degustar el color vivo
de aquel momento; donde los sueños,
eran ciertos; y la realidad,
mentía al conocimiento.

Y soñaré que me quiere,
por que tal vez sea cierto.
No puedo querer menos…
Y más, tampoco quiero.

jueves, enero 04, 2007

Y es así

Con tan sólo una palabra
lo puedo decir, genial.
Así me siento ahora,
sin preocupaciones ni anticipos.
Estoy listo para seguir adelante.

Controlando sentimientos y emociones
que salen de las entrañas,
con brotes feroces de extrañas locuras
de razón y una pizca de lujuriosa pasión.

Cuando miras, sonríes y callas
la gota, colma el vaso;
el falso segundo, se convierte
en verdadero; y el punto
y aparte, es seguido.

Y sigo mirando, mi Hoyuelo,
descubriendo recovecos de
hondos recuerdos.
Si me cuentas te cuento, como
si te cuento me encuentras
con la mano tendida
como la suave ropa
de una mañana perdida.

Pídeme más, que yo,
no lo dudes, pienso pedir,
y no me querré ir, sin
saber que puedo volver
para no dejar de ser aquel
que quieres y quisiste una vez.

Una vez eterna, dónde
las leyes del tiempo están forjadas
con horas infinitas, segundos
no contados y besos en las mejillas.

Y así es, lo que no pensé
que pudiera volver a ser…