Siguiendo el ritmo

Como un ángel caído,
me diste un beso furtivo
arañándome las entrañas.
¿ahora dices que me amas?

Colonizando mis sentidos,
rehogando palabras sueltas.
Por mis oídos, regalando
notas de música rota.

Siguiendo el ritmo
que aviva mis sentidos.
Sintiéndome vivo,
sin un corazón abatido.

Con libertad de pirata
En busca de un tesoro,
Encontré una saca
Llena de fino oro.

Verde esmeralda
color de olivo.
Como un niño en las faldas
de su infancia de olvido.

Huyendo del pasado
aprendiendo del recuerdo,
el que no esté loco…
será cuerdo.

Siguiendo el ritmo
que aviva mis sentidos.
Sintiéndome vivo,
sin un corazón abatido.

Camino incesante

El susurro de un trueno
se hundió en su corazón,
creando huecos de nada,
dónde la sinrazón cinceló
ecos de poca ilusión.

Como violines llorando
en abundante calma,
llovieron negras lágrimas,
llenando tacitas de porcelana.

Ajado rostro, cubierto de sombra.
Suspiro olvidado. Camino roto,
por el dolor de la sangre
y los clavos de sus zapatos.

Nadie lo dijo,
que fuera a ser fácil.
Aunque ella, eso,
era lo que ya sabia.

Indiferencia

Qué más puede dar
lo que piensen los demás
si lo único que quieres
es poder expresar.

Compartir penas, alegrías e indiferencias;
huyendo de las malas creencias.
Convenir y añadir una pizca de sal,
sacándole jugo al aprender
del buen saber hacer.

Indiferente, nada más,
a aquello que debas ignorar.
Aunque mostrar indiferencia sea,
al fin y al cabo, no quedar indiferente.

Euforia

Me invade la euforia.
Aunque debo controlarla,
no querría asustarla.

Es difícil calmarla,
Si los poros de mi piel
no dejan de tener sed.

Me encantaría beberme su aliento
y hacer el amor a tientas
descubriendo cada rincón de su cuerpo.

Si fuera necesario
me arrancaría, sin pensarlo,
los pelos uno a uno,
con tal de despistar
lo que en realidad
me hace ser vital.

Pero no puedo,
algo me pide dentro
que grite todo lo que siento.

¿Qué debo hacer?
Callar y esperar…
O no dejar de intentar…

Creo sin ser creyente,
que el tiempo se pronunciará.
Ahora toca disfrutar.