martes, abril 25, 2006

Doy las Gracias

Gracias por haberme enseñado
a querer como he querido;

Gracias por haberme hecho sentir
tanta ilusión en estos tiempos perdidos;

Gracias por haberme hecho pasar
esos buenos momentos;

Gracias por haberme abierto
el cajón de mis sentimientos;

Gracias por haberme dejado navegar
por el rincón de tus sueños;

Gracias por haberme enseñado
el sol de tus trocitos de cielo.

Te doy las gracias por todo esto,
nunca me había sentido tan lleno.
Me gusta pensar que lo aprendido
haya servido para alimentar buenos recuerdos.

Gracias por haberme mirado
con los ojos que yo también te miré;

Gracias por haber creído
en el mismo sueño;

Gracias por haberme dejado pasear
por tus suaves senos;

Gracias por haberme abierto
al mundo del lápiz y el papel;

Gracias por haberme acercado
la música que regala mis oídos;

Gracias por haberme hecho sentir felicidad,
aunque tú no la hayas sabido encontrar;

Gracias, si me prometes
que no me harás sentir así jamás.

Te doy las gracias por todo esto,
nunca me había sentido tan lleno.
Me gusta pensar que lo aprendido
haya servido para alimentar buenos recuerdos.

Algún día te daré las gracias
por nuestra amistad.

Me duele

Te odio, quisiera no haberte conocido,
aunque me doliera no haberte tenido,
más me duele sentirme robado.
Como un ladrón de almas,
que ha cogido mi corazón y se lo ha llevado
a una isla de luz robada.

Te odio, quisiera que no me hubieras conocido jamás
para que así no te tuviera que odiar.
Me duele pensar, que al volver la vista atrás,
no pueda recordar el dulce aroma de esa felicidad.
Tú no la quisiste escoger, no te preocupes,
yo la iré a buscar aunque no se pueda volver.

Te odio por no desaparecer,
sin saber que voy a hacer
el día que encuentre mi felicidad,
por que me dolerá pensar que tú no la sepas encontrar.

lunes, abril 17, 2006

Luciérnaga

Luciérnaga alegre, de vuelo alto.
Caricia tierna, como el beso de un niño.
Noche encendida, de estrellas cercanas.

Luciérnaga lúcida, de luz prodigiosa,
efímera y rápida, como si fuese un suspiro,
iluminabas la luz de mi camino.

Vuela, vuela, no dejes de volar,
que por mucho me pese, no te voy a encontrar.

Luciérnaga dudosa, de vuelo raso,
buscaste excusa para dejar de volar
y así impedir encontrar tu felicidad.

Luciérnaga triste, sin vuelo alguno.
Fuiste tú, aliento de mariposa,
la que deshojó, como si se tratase de una rosa.

Vuela, vuela, no dejes de volar,
que por mucho me pese, no te voy a encontrar.

Luciérnaga lejana, de nuevo viajas.
Caricia perdida, como la inocencia de un niño.
Noche apagada, de estrellas lejanas.

Vuela, vuela, no dejes de volar,
que por mucho me pese, no te voy a encontrar.

En menos de 24horas

Curiosamente me encontraba sólo
rodeado de gente de hígado duro.
Isla remota, de mares dispares
su sonrisa profunda flota en todos los mares.

Como fruta jugosa, melocotones tiernos
rosa canela, sus besos deseo
invisible pasión, la que yo siento,
si me miras, tiemblo.

Canto fugaz, susurro de hormiga
reíste conmigo, tocamos la luna
ir sin venir, camino incompleto
sólo me falta el aliento de tu beso.

Tulipanes blancos

Malos tiempos, corren malos tiempos
sin verlo, perdí el olor
cuando toqué tu amor.
Fragancia rica, de gustos claros,
lo salado era dulce en tu boca de miel
el bocado robado se ha quedado en hiel.

Tulipanes blancos, que nunca llegaron
cristales rotos, que nunca rompieron.
Verde, negro, blanco, todo se marchitó
y dentro de mí hubo algo que se rompió.

Fui sincero, tú también querías
todo empezó con la caída otoñal
y al brote de aquella flor nos llegó el mal.
A tu lado corrían los días,
ahora el tiempo es interminable
me duele, quiero que esto acabe.

Tulipanes blancos, que nunca llegaron
cristales rotos, que nunca rompieron.
Verde, negro, blanco, todo se marchitó
y dentro de mí hubo algo que se rompió.

Sin verlo, perdí el olor
cuando toqué tu amor.

Tulipanes blancos, que nunca llegaron
cristales rotos, que nunca rompieron.
Verde, negro, blanco, todo se marchitó
y dentro de mí hubo algo que se rompió.

Verde, blanco, negro, así te quise yo.

domingo, abril 16, 2006

Damián Arroz

Una magnífica tarde de descomposición hizo que surgiera en mi la idea de crear un blog.. Que idea la mía. Una buena amiga me dijo… “El blog surge cuando realmente lo necesites crear”. O algo similar, no lo recuerdo con exactitud por que mi memoria de pez no me deja acceder a esa parte del cerebro dónde almacenamos la información. ¿De que hablaba? Espera que lo leo… una… descomposición… crear… blog. A vale!, bueno, pues eso, que me ha dado por crear este jodido blog para publicar cosas. Lo único que pretendo hacer con éste blog es…nada, sólo poder compartir lo que me gusta, no me gusta, aborrezco, fascina y lo que no quiera compartir.

D.R.